Desde hace un par de noches, frente al Megapark y sobre la misma arena de la playa, se celebra un oficio religioso que reúne alrededor de 200 a 300 personas, todos oficiantes y seguidores alemanes. Estos, excepto algunos –turistas saturados de alcohol, que de pronto se han encontrado inmersos en esta función– prestan mucha atención. Incluso se suman al coro cantando.
La primera noche les obligaron a bajar el volumen de la música y las intervenciones de oficiantes y fieles pero, salvo eso, reúnen todos los permisos oficiales para estar allí hasta la medianoche. De hecho, anteanoche, todo discurrió con normalidad. El ritual no dio lugar a ninguna incidencia.
Gernot Elsner es uno de las cabezas visibles de esta Gospel Tribe, que reúne bajo la denominación Reach Mallorca (Alcanza a Mallorca) a jóvenes de distintas iglesia alemanas, como Católica, Pentecostal, Luterana, Evangélica, etc, que se vienen a Mallorca a disfrutar de la Isla y a practicar el culto cada noche: desde el 4 de agosto al 15, ambos inclusive, y de 21.30 a 23.00 horas. Al frente del proyecto están Gernot Elsner, JMG Bielefeld y Johannes Baumamm. Son, en total, 87. De ellos, siete niños, que pagan por el viaje y la estancia 480 euros y que se hospedan en unos apartamentos de Santa Ponça, por lo que diariamente han de montar y desmontar todo el tinglado sobre la arena de la playa desde el que desarrollan el servicio. Frente a ellos, por detrás del muro que la separa del paseo, se ubican los fieles y curiosos, algunos pasados de copas, que siguen con atención las palabras de quienes salen al estrado. La comunicación entre oficiantes, músicos, y público es en alemán.
Hay una parte musical, otra en la que alguien cuenta su experiencia, otra que es una representación en la que el hombre no solo resiste a todas las tentaciones terrestres –dinero, droga, sexo, etc–, sino que las arroja lejos de sí, sobre la playa, y otra, en la que Johannes Baumamm comenta el pasaje bíblico de San Lucas referente al hijo pródigo, y luego invita a la oración.
Genot nos regala un pequeño diario, el Life.de, en el que importantes personajes de Alemania cuentan experiencias con Dios, y una minúscula Biblia. A ambos también se los regalan a los asistentes. Le decimos a que el lugar no es el más apropiado para llevar la palabra de Dios y recordar pasajes de la Biblia, dado que la mayoría de personas que circulan por el lugar están más por la fiesta, el alcohol y el sexo que por la palabra de Dios.
«No importa –dice Gernot–. La fiesta y el sexo no son malos, siempre que se hagan con moderación. En cambio, lo son cuando abusan del uno y de la otra. Nosotros queremos mandar el mensaje de que las vacaciones pueden disfrutarse también lejos de abusar del alcohol y del sexo».