Los palmesanos no lo saben, porque ya tienen uno, pero para quien no ha sido nunca usuario de metro adaptarse a las normas de uso y reglas no escritas que rigen este medio de transporte público tiene sus dificultades y entraña sus riesgos.
Estos se ponen de manifiesto en un desternillante hilo de Twitter donde un usuario, '@Guille_FerRam', narra con todo lujo de detalles y tirando de su guasa gaditana lo que sucedió el día que su madre dejó su Cádiz natal y fue a visitarlo a Madrid.
Juntos se fueron de compras y después a tomar el metro de la gran capital. Resultado: la progenitora no llegó a entrar en el vagón y pasó cuatro horas perdida.
Se trata, según su autor, de unos hechos totalmente verídicos que había relatado infinidad de ocasiones en su ámbito más cercano, y que se merecen dar el salto a la globalidad pues no tienen desperdicio. Les recomendamos que se tomen unos minutos y lean la historia de principio a fin, no se arrepentirán.