La salida a la luz de imágenes de Meghan Markle, esposa del príncipe Harry, en topless han provocado que la polémica llegue a la Casa Real Británica.
Unas imágenes que Kensington Palace se ha encargado de desmentir, insistiendo en que se trata de un truco fotográfico. Por el momento, la recién casada ha preferido no hacer declaraciones personales.
La polémica se centra en la filtración e esas imágenes, ya que se hicieron con el mismo móvil de la duquesa de Sussex. Un asunto que muy probablemente acabe en los tribunales.
La controversia con Markle llega porque las fotografías están tomadas por ella y en un lugar público. Por lo que alguien ha tenido que acceder a su móvil y hacerlas públicas.