Gary Oldman se alzó el pasado domingo con el Oscar a Mejor actor por su papel de Winston Churchill en El instante más oscuro. Un reconocimiento al que siguieron las declaraciones de una de sus exmujeres, Donya Fiorentino, quien acusaba a los Oscar de haber premiado «no a uno, sino a dos maltratadores». Ahora ha sido uno de los hijos de ambos, Gulliver Flynn Oldman, quien ha salido al paso para defender la inocencia de su padre y asegurar que su madre miente.
A sus 20 años, Gulliver Flynn ha escrito una carta abierta defendiendo enérgicamente la inocencia de su padre tras las acusaciones vertidas por su madre, Donya Fiorentino, tanto esta semana con motivo de los Oscar, como en 2001 cuando le acusó formalmente de maltrato físico y psicológico. Entre las acusaciones constaba una agresión -desestimada después por la justicia- al golpearla con un teléfono frente al propio Gulliver y su hermano Charlie.
«Ha sido preocupante y doloroso ver que se vuelven a escribir estas falsas acusaciones contra mi padre, especialmente cuando todo esto se resolvió hace años», comenzó Gulliver su publicación. «Hay una buena razón por la que estos artículos específicos y las acusaciones disminuyeron hace años», explicó el hijo de la pareja reafirmado su «disgusto» por el hecho de que «los periodistas sigan perpetuando esta mentira».
En la carta, Gulliver se refiere a su padre como su «único y verdadero guía», su «héroe» y «el hombre al que aspiro en convertirme algún día. Cabe destacar que cuando Donya Fiorentino y Gary Oldman se divorciaron, Oldman recibió la custodia completa de Gulliver y su hermano Charlie. Gulliver afirma que «agradece» haber sido criado por su padre y «solamente» por su padre.
«Si parece que hablar públicamente mal de mi madre es algo que me gusta o estoy acostumbrado, ese no es el caso», confiesa Gulliver. «Ha sido una persona triste y muy problemática la mayor parte de su vida... Esta mentira, todas sus mentiras, cosas que ha estado perpetuando y viviendo como 'su verdad', todo esto ha causado mucho dolor y dificultades para mi padre y para todos nosotros, su familia unida».
De esta forma, Gulliver remata instando a todo el mundo a que «dejen de repetir, de compartir y de creer en las mentiras (*) Solo quiero proteger el carácter de mi padre, como persona y como actor. Sé que es un hombre maravillosamente amable. En un año tan trascendental para su carrera, mi padre finalmente debería poder disfrutarlo. Espero que esto sea posible».