El castigo de un padre a su hijo de diez años por mal comportamiento y por hostigar a otros niños en el autobús escolar ha causado una fuerte polémica.
Bryan Thornhill obligó a su vástago a ir toda una semana corriendo con la mochila a cuestas al colegio de su localidad de Roanoke (Estados Unidos), incluso sin importarle que lloviera. No solo eso, el padre lo seguía de cerca conduciendo su coche y grabó el momento con el teléfono móvil, reproduciendo la escena en una publicación en directo de Facebook Live.
«Mi hijo se metió en problemas y fue expulsado del autobús porque se estaba comportando como un pequeño matón. No lo tolero ni soporto», explica Thornhill al principio de la grabación, afirmando que lo deseable es que los hijos hagan caso a los padres.
«La buena noticia es que sigue teniendo un ritmo muy bueno», llega a bromear el padre, cuya publicación no dejó a nadie indiferente y en cuestión de días sobrepasó el millón y medio de reproducciones.
Muchos usuarios reaccionaron al respecto; a unos les pareció un castigo demasiado severo con el que el niño aprendería poca cosa, y en cambio a otros se les antojó una lección de los más necesaria para prevenir que el comportamiento del chiquillo pasara a mayores.
El propio Bryan escribió otros mensajes en la red social hablando sobre el tipo de mensajes que estaba recibiendo, en su gran mayoría positivos.
«Es algo muy loco. Mi bandeja de entrada de mensajes explota con el apoyo y preguntas e ideas. Siento que he ayudado a muchos. Estoy recibiendo tanto amor y llegando a tantos que tal vez haya esperanza para la humanidad después de todo», afirma.