En la ciudad australiana de Perth se organizó recientemente una de las fiestas de cumpleaños más tristes de la historia. Una madre publicó en las redes sociales el relato de la fiesta frustrada del tercer aniversario de su hijo, y el caso ha sido ampliamente comentado, tal y como publican 'Daily Mail' y otros medios.
La familia invitó a una decena de personas, y varias confirmaron que asistirían. Sin embargo, a la hora de la verdad, nadie acudió a disfrutar de la velada que tenía de todo: confeti, comida y bebida, decoración y juegos para entretener a los más pequeños.
La cosa no acaba aquí, pues para tratar de paliar la desilusión de su hijo la madre invitó a varios niños que encontró por la zona, así como a sus padres. No los conocía de nada pero pensó que al menos su hijo tendría a alguien con quien compartir un rato de juego.
Gustosos aceptaron la invitación, pero solo fueron allí para acabar con toda la comida y la bebida. Una vez dieron buena cuenta de ella, ni cortos ni perezosos, se marcharon sin tan solo cantarle al niño un 'Cumpleaños feliz'.
En su publicación en Facebook la mujer admitió que lo único que la consuela es saber que su hijo es demasiado pequeño como para que estos hechos dejen en él algún tipo de trauma o complejo severo que le afecte en el futuro.