El brasileño Marcio Mizael Matolias lleva 22 años viviendo en un castillo de arena situado en la paradisíaca playa de Bara de Tijuca, en río de Janeiro.
El hombre, rodeado de turistas que gastan miles de euros por visitar la zona, no paga nada en rentas y dedica su tiempo a mantener el enorme castillo de arena, jugar al golf en la playa, pescar y leer libros.