Una ballena de veinte toneladas protegió a Nan Daeschler Hauser, una biológa marina, del ataque de un tiburón tigre de cuatro metros y medio que estaba acechante en aguas de las islas Cook, en la Polinesia.
Una fotografía captó el momento en que el gran cetáceo la empuja con su enorme cabeza para ponerla a salvo fuera del agua, mientras otra ballena lanzaba coletazos al escualo para mantenerlo a raya.
El 'gigante' marino incluso la 'abrazó' con su aleta pectoral para cobijarla de los colmillos del tiburón, un gesto que para la estudiosa de las criaturas del mar pone de relieve el instinto de protección de las ballenas.
«Nunca toco a los animales que estudio pero durante 10 minutos esta ballena me empujó a través del agua». «Estaba segura de que iba a ser el día de mi muerte», escribió la bióloga en Facebook.