Sean Donis encontró a su mujer en la cama con su jefe y grabó con su teléfono móvil dos vídeos que plasmaban la infidelidad y la trifulca que se desató en el dormitorio entre el matrimonio.
Ahora el hombre tiene que enfrentarse a una acusación ante un tribunal por vigilancia ilegal y robo traicionero de la intimidad, según publicó Daily Mail en base a informaciones de New York Post, sin constar qué uso hizo el marido despechado del citado material.
No fue hasta varios meses después de toparse con la sorpresiva escena y de iniciar los trámites del divorcio cuando Donis recibió la información de que había sido acusado por un gran jurado.
«Es injusto lo que me están haciendo», manifestó al medio neoyorquino, puesto que ya se declaró culpable aunque la parte demandante apeló y debe enfrentarse nuevamente a una vista judicial a finales de septiembre.