Michelle Obama, esposa del expresidente de Estados Unidos Barack Obama, continúa su visita por Mallorca, donde ya ha recorrido varias localidades, en especial de la Serra de Tramuntana, como Esporles, Banyalbufar, Sóller y Deià, siempre con un amplio dispositivo de seguridad.
La ex primera dama de EEUU ha probado el jamón elaborado con porc negre mallorquín y le ha encantado, al igual que la fideuá de langosta y el pescado «a la mallorquina», es decir, al horno con verduras, para terminar el menú con fruta y sorbetes.
Estos son algunos de los platos que la ex primera dama ha degustado en el restaurante Béns d'Avall, regentado por el chef Benet Vicens y su esposa, Cati Cifre, junto con su hijo Jaume, también cocinero, quienes se han sorprendido al conocer quiénes serían los comensales que habían reservado mesa por la mañana, sin dar más detalles.
Michele Obama ha visitado este restaurante abierto por la familia Vicens hace 48 años entre Sóller y Deià, y se ha maravillado del paisaje de acantilados sobre el mar que se divisan desde la terraza de este rincón de la Costa Nort mallorquina.
Quienes han tratado con ella han destacado su simpatía y gratitud, pues «ha dado las gracias numerosas veces al personal que los ha servido», señalan.
Obama llegó a la isla el martes a primera hora en un vuelo privado y se aloja en la finca Ses Planes, en el municipio de Esporles, invitada por el exembajador de los Estados Unidos James Costos y su marido.
Durante estos días la ex primera dama, que ha llegado con un numeroso equipo de seguridad, que se ha visto reforzado por agentes de la Policía y la Guardia Civil españoles, ha eludido a la prensa y, en especial, a los fotógrafos.
Se trata de la segunda visita de la ex primera dama estadounidense a Mallorca, donde pasó una jornada en el Palacio de Marivent en agosto de 2010 junto a su hija menor Sasha, invitada por los reyes don Juan Carlos y doña Sofía.