Nadie diría que Jack Foley, un niño de seis años que padece una enfermedad extraña, ha tenido que luchar con fuerza por su vida cuando cruzó la meta el mes pasado en un triatlón.
Todo empezó cuando a las 20 semanas de embarazo, los médicos detectaron que el feto padecía el Síndrome del corazón izquierdo hipoplásico, un defecto que afecta al desarrollo del lado izquierdo del corazón y, por el que obliga al lado derecho a bombear y a hacer todo el trabajo, según publica Daily Mail.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades calculan que menos de 1.000 bebés nacen en Estados Unidos con este síndrome.
Los médicos advirtieron de los riesgos a los que se sometía el bebé, sin embargo los padres decidieron darle una oportunidad. Tras una cesárea programada, el niño fue inmediatamente enviado al área de cuidados intensivos neonatal para ser atendido. «Cuando el doctor dijo '¡es un niño!', no pude verlo durante horas después de eso» -dijo la madre, Lauren Kiefer-Foley.
Jack vivió su primera operación a los cuatro días de vida, la que sería la primera de tres operaciones más a lo largo de sus primeros años. La madre asegura que no pudo sostenerlo entre sus brazos hasta que tenía nueve días.
Las dos siguientes operaciones se produjeron a los cuatro meses y medio y, finalmente, a los dos años de edad. Para sorpresa de los médicos, el niño lleva una vida completamente normalizada a pesar de que debe tomar medicación a diario.
De esta manera, tras seis años y tres cirugías de corazón abierto, el hecho de tener solo medio corazón funcionando no es ningún impedimento para él. Así lo ha demostrado, finalizando el Triatlón de Long Beach Kids.
Así, puede dedicarse a lo que más le gusta: el deporte, ya sea patinando, nadando o corriendo, como cualquier niño de su edad. «Es un milagro. A Jack le encanta nadar, le encanta correr con sus amigos, es el niño más activo. ella dijo. Realmente somos muy afortunados», afirmó su madre Lauren.