El Ocean Victory, décimo yate más grande del mundo, se encontraba este miérocles fondeado en la bahía de Palma. Su propietario, el magnate ruso Viltor Rashkinov, encargó la construcción a los astilleros italianos Fincantieri, que lo entregaron en 2010. Diseñado por Espen Øeino y Alberto Pinto, forma parte de la elitista lista ‘Top Ten' de los megayates más espectaculares, con sus 140 metros de eslora.
En sus siete cubiertas cuenta con seis piscinas de más de ocho metros y posee un garaje inundable para acoger una lancha de 14 metros.
Propulsado por dos motores de 3.400 cv, alcanza una notable velocidad de 25 nudos, aunque normalmente navega a 18 knots. Entre sus ‘gadgets' más espectaclares destaca un salón de observación submarina y también puede fondear mediante posicionamiento automático sin necesidad de anclar, como ocurre en Palma.