¿Imaginan cómo serían sus vidas si de hoy para mañana les detectaran una alergia a absolutamente todo? Esto es lo que le ha ocurrido a Pilar Olave, una mujer de 30 años que no puede tocar o besar porque su cuerpo es demasiado sensible a las bacterias, además ha desarrollado una alergia a todos los alimentos, a la gente, al agua, a la ropa, a la tecnología y a muchas cosas más.
Pilar, que vive en Los Angeles, descubrió que su sistema inmunológico le atacaba a sí misma después de haber sido expuesta a una fuga de gas en su casa, dejándola alérgica de por vida, incluso a su propio marido.
Pilar ha estado viviendo en una cama, sin contacto con el mundo durante los últimos dos años debido a sus graves alergias. Desde que se le detectó la dolencia, tiene que someterse a numerosos tratamientos especiales y ha recibido hasta ahora más de 200 sesiones de oxígeno.