La primera semifinal del festival Eurovisión 2017 que se celebró este martes en Kiev se saldó con pocas sorpresas: Suecia, Portugal, Armenia y Bélgica, entre las diez favoritas para ganar el concurso, superaron a sus rivales y saldrán a por la victoria en la gran final del próximo sábado.
El candidato de Portugal, Salvador Sobral, el estudiante de Erasmus que pasó por la UIB en 2011, fue de los más aplaudidos tanto en las gradas del Centro Internacional de Exposiciones de Kiev -el lujoso escenario que alberga las galas de esta edición del festival-, como en la sala de prensa donde cientos de periodistas, miembros de los distintos equipos nacionales y aficionados privilegiados seguían el espectáculo.
Sobral, de 27 años, se ha ganado a pulso su papel de segundo favorito con su impecable -aunque cómico- manejo de los gestos faciales.
Y todo sin apenas moverse del sitio, salvo algún salto entre las risas del público, durante la interpretación de su «Amar Pelos Dos» (Amor para dos), un tema con guiños al bossa nova cantado en portugués, un plus en un festival que hace mucho tiempo se ha decantado por el inglés.
Azerbaiyán y Australia, también en el top 10 de favoritos según las casas de apuestas, también pasaron el corte en la que fue, sin duda, la semifinal con los concursantes más fuertes de cara al triunfo en el concurso de la canción más televisivo, si no popular, de Europa.
La mayor sorpresa fue quizás el pase del chipriota Hovig, cuya «Gravity» (Gravedad) partía en el puesto 27 en las apuestas antes de los ensayos, y que hoy se ganado un merecido hueco entre los finalistas con un sonido muy rítmico.
Los representantes de Moldavia, Polonia y Grecia cierran la lista de los diez concursantes que estarán el próximo sábado entre los 26 aspirantes a la corona musical del continente.
Las puntuaciones de público y el jurado profesional -que pesan un 50 por ciento en la nota final- no se dieron a conocer este martes por la noche para no influir en el televoto durante la gran gala final, que en España será retransmitida a partir de las 21.00 hora local en La 1 de Televisión Española.
El sueco Robin Bengtsson no defraudó a quiénes colocan la puesta en escena de «I can't go on» (No puedo seguir)entre las mejores de esta edición de Eurovisión, con permiso del italiano Francesco Gabbani, gran aspirante a llevarse este año el certamen.
Con un traje morado y acompañado por cuatro bailarines igual de fotogénicos que el propio Bengtsson -al que algún comentarista mordaz ha comparado en las redes sociales con el muñeco Ken- el cantante sueco volvió a demostrar que el país nórdico siempre debe ser tenido en cuenta.
La cantante armenia Artsvik ya dejó claro que ha venido a Kiev a por la gloria durante los ensayos, tras los cuales fue colocada entre los cinco favoritos por las casas de apuesta.
Su apuesta con «Fly with me» (Vuela conmigo), calificada de conservadora por algunos críticos, destacó por una puesta de escena impecable.
La alegría de la primera semifinal la puso la banda moldava Sunstroke Project, que levantó al público de sus asientos con una de las actuaciones más animadas y bailables de la gala.
El saxofón y el violín eléctrico, dos instrumentos que casi siempre son un placer para los oídos, pusieron la guinda a la representación moldava, con muchas posibilidades de ganarse el próximo sábado al menos a los televidentes.
Perdedores
Ocho países quedaron apeados de la gran final, entre ellos Islandia, Georgia o Finlandia, pero entre los perdedores, la actuación más destacada, por excéntrica y provocadora, fue la del montenegrino Slavko Kalezic.
Saltó al escenario con una larga falda azul y una ajustadísima blusa negra transparente, aunque instantes después de su entrada se quedó luciendo un no menos apretado pantalón adornado con una especie de cristales de plata brillante.
El magistral dominio que demostró a la hora de hacer girar y azotar a modo de fusta su larguísima coleta no le ayudó a ganarse el favor de los que votaban a los finalistas.
Concluidas las actuaciones de la gala, los telespectadores europeos pudieron ver la grabación de un fragmento de la propuesta de Manel Navarro, el candidato español que al igual que sus colegas de Italia, Reino Unido, Alemania y Francia actuará directamente en la final, privilegio del que gozan estos países (conocidos como el Big 5) por haber fundado Eurovisión.
Aunque los pronósticos no son nada halagüeños para Manel, el joven catalán intentará darle la vuelta a las apuestas con «Do it for your lover» (Hazlo por tu amante), con una puesta en escena que se propone trasladar al público a una playa de Barcelona en la que un grupo de amigos cantan y surfean bañados por el sol de amanecer.
La web británica OfficialCharts, muy respetada en la industria musical del Reino Unido, ha colocado a Manel entre sus cinco favoritos para ganar tras escuchar su tercer ensayo, lo cual es mucho decir ya que el cantante está situado en uno de los últimos puestos en las apuestas