La profesora canadiense Maggie McDonnell fue galardonada con el certamen mundial Global Teacher Prize, el considerado Premio Nobel de la educación, un reconocimiento al que se le adjunta un premio económico valorado en un millón de dólares, y en el que el español David Calle se quedó a las puertas de conseguirlo, tras situarse entre los 10 finalistas.
McDonell recibió el premio por su contribución a mejorar el sistema educativo y la calidad de vida de los adolescentes en la remota aldea esquimal de Salluit, ubicada en el Ártico canadiense.
La profesora desarrolla un programa que enseña habilidades prácticas, desde cocina hasta mecánica, y ha conseguido aumentar un 500 por ciento la matrícula de chicas adolescentes en el sistema educativo.
Tras subir al escenario para recoger el premio, McDonnell dijo emocionada que «es un honor» que el galardón haya sido para «los adolescentes de una comunidad que se está viendo afectada por un alto número de suicidios», donde han escaseado las oportunidades durante mucho tiempo.
«Muchas gracias por crear esta plataforma global para valorar el trabajo de los profesores de todo el mundo y creer en el poder de la educación», añadió.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, que participó en la entrega de premios por videoconferencia, felicitó a McDonnell y alabó la labor de la Fundación Varkey por apoyar este premio que «promueve la paz y el entendimiento».
Por su parte, el proyecto educativo de Calle no obtuvo el reconocimiento máximo tras haber sido seleccionado entre 20.000 aspirantes de 179 países.
El profesor español enseña a alumnos hispanohablantes de todo el mundo a través de vídeos colgados en Youtube y tiene más de 700.000 alumnos que reciben de esta forma clases «privadas» en sus casas de Matemáticas, Física, Química y Tecnología.
La ceremonia de entrega de premios comenzó con un concierto del tenor italiano Andrea Bocelli y tuvo lugar en el marco del Foro Mundial de Educación y Habilidades, un evento de dos días que reunió en Dubái a 1.600 representantes del sector.