Torz Reynolds, una mujer británica de 30 años, decidió cortarse el dedo meñique de la mano izquierda «porque quería» y «luce bien».
Reynolds se cortó el dedo con un cortapernos y, no contenta con eso, publicó fotografías en su página de Facebook en la que añade: «¡Curando muy bien y encantada!».
Sin embargo, Reynolds ha recibido numerosas críticas de algunos de sus seguidores que consideran esta decisión como «loca», «asquerosa» y «estúpida».
Para Reynolds ésta no ha sido la primera vez que se ha autolesionado. En 2014, se enteró de que su novio había estado viviendo con otra mujer durante seis meses, cuando a ella le decía que se había trasladado a Alaska para trabajar.
La joven decidió cortarse el tatuaje de su antebrazo en honor a su novio. Tardó una hora y media en quitárselo y, cuando finalmente lo consiguió, se lo envió en un frasco.