Hunter Jobbins, un estudiante de la Universidad de Kansas, aparcó su coche en el campus y con las prisas se lo dejó abierto. Sobre el posavasos había dejado un Kit Kat. Al llegar se encontró que la chocolatina no estaba y en su lugar había una nota.
«Vi tu Kit-Kat en el posavasos. Me encantan los Kit-Kat así que probé si tu coche estaba abierto y lo estaba. No cogí nada más, tan solo el Kit-Kat. Lo siento, tenía hambre». Es lo que ponía la nota del ladrón en cuestión.
El estudiante, sorprendido, colgó la nota en las redes sociales y pronto la imagen se convirtió en viral.
Al ver tanto revuelo, la empresa de los Kit Kat le envió a Hunter 6.500 chocolatinas, todas las que podían caber en su coche. El estudiante repartió las chocolatinas entre sus compañeros universitarios.