Los reborns son la nueva moda de los coleccionistas. Se trata de muñecos hiperrealistas de silicona o vinilo, pintados a mano por artesanos especializados. La mallorquina Ethel Ruiz se dedica a la creación de estas muñecas desde su taller ubicado en una tienda en el centro de Palma.
Ethel cuenta que es ‘madre' «de 23 bebés, una cría de cerdito llamada ‘Peggy' y de ‘Margarita', una pequeña chimpancé». Comenta que la demanda de reborns ha aumentado «casi un 70 por ciento desde agosto», tanto, que tiene que fabricar los muñecos por encargo. Su carga de trabajo es tal que si alguien le pide un reborn ahora, «no lo recibiría hasta marzo».
El proceso de creación comienza en internet. Se escoge un kit, que se compone de la cabeza y las extremidades totalmente incoloros. La parte más complicada es la pintura. El detalle es extremo: se ven las venas, las rojeces de la niñez, las sombras de los pliegues... Después, el muñeco se barniza y se coloca el pelo, uno a uno. Según Ethel, esto es lo que más tiempo lleva y «lo que más cansa».
Sus clientes son fundamentalmente mujeres de Mallorca y son muchos los que usan sus creaciones como terapia.