Los Pixies, según el folclore británico, son unas hadas de tamaño diminuto que viven en los bosques, e inspiraron a James Matthew Barrie para crear a la amiga inseparable de Peter Pan, Campanilla.
Pixie es también el nombre de una niña milagro, nacida a las 28 semanas de gestación en el Reino Unido con tan solo 500 gramos de peso.
Aunque en condiciones normales el tiempo de un embarazo alcanza las 40 semanas, la pequeña fue inducida a nacer a los seis meses, ya que los médicos se percataron de que no crecía desde que tenía 20 semanas.
De hecho, durante los dos primeros meses de gestación, Pixie solo había engordado unos 20 gramos, debido al parecer a un problema con la placenta y el cordón umbilical.
Su pequeño tamaño y fragilidad preocupaban a los doctores tras el parto. Por ello, el equipo de obstetricia optó por meter a la bebé en una bolsa de plástico de una cadena de establecimientos inglesa, que normalmente sirve para envolver y transportar bocadillos.
La idea puede sonar extraña, pero este material imitó a la perfección las condiciones de calor del útero materno, permitiendo a Pixie salir adelante.
El camino no fue fácil, pero tras cinco meses en la UCI y superar diversas infecciones, operaciones y trasfusiones, la pequeña Pixie pudo irse a su casa con sus felices padres.