Un hombre, de 50 años y que vive en Honduras, utilizó una botella de plástico como juguete sexual con tan mala suerte que su pene se quedó aprisionado dentro de la misma.
Ante la vergüenza que sentía, el hombre estuvo cinco días con su miembro dentro de la botella hasta que decidió ir al médico.
Una vez en el hospital, los médicos tuvieron que amputarle el pene debido a que sufría una necrosis. «El pene del hombre estaba negro y en descomposición», ha explicado el doctor Dennis Chirinos.
Los médicos consiguieron colocar en su sitio la uretra, pero el paciente nunca más podrá tener relaciones sexuales.