Las imágenes de los familiares de las víctimas del terremoto en Italia despidiendo a sus seres queridos son desgarradoras. En uno de los funerales, el de Andrea Cossu, sardo de 45 años que perdió la vida el pasado 24 de agosto, estuvo presente también su perro. Un cócker que se acercó al féretro de su dueño para darle su último adiós.
Según el diario italiano La Stampa, Andrea y su perro residían en Pescara del Tronto, una de las zonas más devastadas por el seísmos que sacudió Italia la madrugada del pasado 24 de agosto. «Eran inseparables», cuenta un familiar de la víctima. Y así se demostró en su funeral. El cócker se acercó al féretro y lo olisqueó, como sabiendo que Andrea estaba ahí, sin haberlo visto antes. El perro, tras un tiempo, continuaba a su lado, no se quería marchar. «No quería romper ese vínculo de lealtad y amor a los que Cossu ha dedicado mucho tiempo y dedicación», indica La Stampa.