Antigua Casa Bet, del carrer de la Bosseria, en el centro de Palma es una mercería que está ahí desde los tiempos de Isabel II. Se inauguró en 1839, hace 177 años.
Pilar Cortés, que es la dueña y quinta generación al frente del comercio, dice que cierra porque la crisis la obliga a ello. «La crisis y la mala política de los políticos. Por otra parte –señala–, los tiempos han cambiado, por lo que no hay vuelta atrás. Demasiada inversión, empleados asegurados, para ventas tan pequeñas. ¡Pero si en la Catedral entra más dinero que aquí!», afirma. El viernes 15 de julio, en apenas tres semanas, Casa Bet da el cerrojazo. Adiós a un icono. Adiós a 177 años de historia.
Este comercio fue fundado por Rafael Cortés en tiempos de Isabel II. Posteriormente, su hijo José Cortés tomó las riendas y, a su vez, el hijo de éste, Luis, hizo lo propio en la tercera generación. A mediados del siglo XX en el negocio se comerciaba con pequeños artículos de marroquinería, además de los materiales propios de una mercería. En 1964 la empresa se remodeló y quedó dividida en dos locales unidos por un pequeño acceso interior. En el boom turístico contaba con ocho trabajadoras. En los años 90 la mercería pasó a manos de la quinta generación de la familia Cortés. En 1996 tomó las riendas del negocio Pilar Cortés hasta el día de hoy. A principios de este siglo cerró el local dedicado a los bolsos y quedó sólo la mercería.
Casa Bet recibió en 2005 el reconocimiento de la Cámara de Comercio por su actividad centenaria. Su cierre se registra al unísono con el de la también centenaria papelería Casa Roca.