«Creo que el problema es de entendimiento, no han captado el concepto de la cocina mallorquina», dijo conciliador el chef Fernando Pérez Arellano al ser preguntado que le parecían los platos que tenían que elaborar los concursantes de MasterChef: frit, sopas mallorquinas y una coca de trempó.
Lo que sirvieron fue una sopa de caldo con verduras, una masa gruesa con verduras fritas por encima y una asadura cocida y sin patatas. El jurado, excepto Samantha Vallejo-Nájera, que ha pasado muchos veranos en Mallorca, tampoco parecía tener mucha idea de las recetas. Ni la simpática Vicky Pulgarín, de MasterChef 2, pudo salvar el desaguisado.
El programa de cocina emitido este jueves por La 1 de TVE contaba con una prueba de exteriores rodada en Mallorca, en el puerto deportivo de Portals que celebra su 30 aniversario, con la presencia de una treintena de invitados entre chefs como el citado Pérez Arellano, Andreu Genestra o el veterano Marc Fosh; artistas y modelos como Lorena Bernal, Jaime Anglada y Carolina Cerezuela, así como exjugadores del RCD Mallorca en el año del centenario del Club, y empresarios extranjeros que pusieron en un aprieto a los concursantes al realizar sus comandas en inglés o alemán, entre otros personajes de la sociedad mallorquina.
Llamó la atención que apenas mostraran imágenes de los platos terminados, tal y como hacen en todos los programas. Aparte de ubicar Puerto Portals en Mallorca, el programa no dio más de sí.