El nacimiento de Yanira hace unas semanas se ha convertido en todo un acontecimiento. Su madre, Virginia, de 18 años, aguardaba el momento con gran ilusión y felicidad. No era la única. En el hospital también se encontraba la abuela de la pequeña, Ana María Pérez, de 34 años; la bisabuela, Ana María Vega, de 56, y la tatarabuela, Elvira, de 86.
Se trata de cinco generaciones de mujeres de una misma familia residente en la barriada palmesana del Rafal. Todas ellas confiesan sentirse muy contentas por el nacimiento a la vez que reconocen los pequeños inconvenientes de ser madre a tan corta edad.
«Somos una familia muy unida y estamos muy contentos. Elvira, la tatarabuela, nació en Galicia hace 86 años, se casó con un madrileño y aterrizaron en Mallorca. Desde entonces, la familia comenzó a crecer y ya somos cinco generaciones. Mallorca es maravillosa y nos sentimos muy orgullosos de nuestra tierra», apunta Ana María Pérez.
Ana María, la jovencísima abuela con tan sólo 34 años de edad, trabaja como camarera y, ahora, se ha convertido en «la abuela más joven de Mallorca».