El grupo automovilístico alemán Opel ha manipulado las emisiones de gases de sus vehículos diesel más allá de lo que hasta ahora se conocía, según una investigación del semanario alemán «Der Spiegel» y la cadena pública teutona «ARD» difundida este jueves.
Ambos medios afirman en sendas informaciones que los dispositivos de limpieza de los gases contaminantes de los vehículos diesel de esta casa (no precisa modelos ni años) sólo funcionan de forma muy limitada, por lo que contaminan por encima de los límites legales.
La investigación denuncia que, además de los sistemas de desconexión de estos mecanismos ligados a la temperatura que ya detectó recientemente el Ministerio de Transporte alemán, Opel instalaba también en sus vehículos sistemas de desconexión que tenían en cuenta otras variables.
Los turismos de esta marca verían también desconectados sus sistemas de limpieza de gases dependiendo de variables como las revoluciones a las que gira el motor, la velocidad a la que circula el coche o incluso la presión atmosférica, según la investigación, algo que los expertos consideran ilegal.
«Der Spiegel» apunta que estos sistemas sólo funcionaban plenamente en las condiciones en las que se realizan los test de emisiones en banco de pruebas.
«Como en Volkswagen, también en Opel hay unas medidas técnicas que permiten que la limpieza de gases no funcione como prevé la directiva de la UE. En ambos casos se trata de mecanismos de desconexión no permitidos», aseguró Martin Führ, experto en Derecho Medioambiental en la Universidad de Darmstadt.
La manipulación ha sido desvelada con ayuda de los técnicos de la ONG Ayuda Medioambiental Alemana (DUH) y constatados tanto en bancos de pruebas de la auditora alemana TÜV Nord como en test en carretera, afirma «Der Spiegel».
Estas revelaciones contradicen lo que hasta ahora ha mantenido Opel y las conclusiones a las que llegó el Ministerio de Transporte en el informe final de la comisión que puso en marcha a raíz del escándalo de la manipulación de emisiones detectado en Volkswagen.
Opel, por su parte, indicó a los medios que lideraron la investigación que «su software nunca se ha diseñado para engañar o estafar».
Volkswagen reconoció el pasado septiembre, tras una denuncia de las autoridades medioambientales de EEUU, haber incluido un software ilegal en unos 9,5 millones de vehículos.
Este programa informático hacía que los coches redujesen sus emisiones para cumplir con los límites solamente cuando eran testados en un banco de pruebas, pero no en condiciones normales.