El regreso de Adele al escenario era uno de los platos fuertes de los Premios Grammy 2016, celebrados este lunes en el Staples Center en Los Ángeles, tras cuatro años sin acudir a la ceremonia.
El tema elegido por la ganadora de diez premios Grammy fue All I Ask, una de las más exitosas canciones de su último álbum '25', pero un inoportuno fallo técnico provocó que la cantante londinense perdiese el tono, según explica ella misma en su red social, emitiendo unos inesperados «gallos».
Un micrófono del piano se cayó entre sus cuerdas originando un sonido punzante que le impedía oir que estaba fuera de tono. El rostro de la cantante durante la actuación evidenciaba que era consciente de que algo no iba bien.
«Tal vez (el problema) mereció la pena», bromeó la cantante en su cuenta de Twitter, tras aclarar lo sucendido en la gala, tratando de restarle importancia con un poco de humor.