Más de dos tercios de las webs antivacunas utilizan falsas evidencias científicas para convencer de que las vacunas son peligrosas y un tercio recurre a anécdotas personales para corroborarlas, según los resultados de un estudio liderado por la Escuela de Salud Pública Johns Hopskins Bloomberg de Baltimore (Estados Unidos).
«No podemos bajar la guardia en materia de prevención», ha destacado Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), tras conocer los resultados de este estudio presentado recientemente en el encuentro anual de la Asociación Americana de Salud Pública que se ha celebrado en Chicago.
En el trabajo se analizaron más de 500 espacios 'on-line' de colectivos antivacunas, y vieron que el 66 por ciento de las webs analizadas, utilizan alusiones a evidencias científicas que en realidad no lo son. Y tres de cada 10 recurre a anécdotas para apoyar estas afirmaciones y generar polémica.
«Esto provoca confusión entre los padres y pone en peligro la confianza en las vacunas, necesaria para garantizar la correcta protección de la población y las altas coberturas vacunales, requeridas para eliminar o controlar la circulación de los principales virus infecciosos evitables», ha destacado Marta Reyes, directora de marketing y comunicación de Sanofi Pasteur MSD, compañía especializada en estos medicamentos.
Además, el estudio también analizó los sitios webs destinados a informar acerca de los beneficios de las vacunas, y han visto que estos se basan en investigaciones científicas contrastadas y avaladas.
«Toda información acerca de vacunas o tratamientos debe ser rigurosa, contrastada y estar basada en la evidencia científica», ha añadido Reyes, que ha criticado que haya «comportamientos informativos irresponsables que ponen en peligro las recomendaciones y decisiones en salud pública adoptadas por los profesionales sanitarios».