A Layla Richards le diagnosticaron una leucemia linfoblástica aguda con tan sólo 14 semanas de vida. Ahora tiene un año y ha superado la enfermedad gracias a un tratamiento pionero.
Los médicos del Hospital Ormond Street de Londres intentaron sin éxito varios tratamientos. Pero finalmente apostaron por una técnica novedosa que sólo se había probado en ratones y que funciona a través de células inmunes (linfocitos T) manipuladas genéticamente para que puedan luchar contra el cáncer.
Al principio no dio resultado pero dos semanas después la pequeña comenzó a experimentar cierta mejoría. Ahora, cinco meses después, ha vuelto a casa y parece estar curada, aunque los médicos quieren ser cautos y la niña seguirá somentiéndose a revisiones mensuales.