Netflix es el proveedor de televisión por internet más grande del mundo, y desde el pasado martes 20 de octubre opera en España.
Sin embargo, su llegada no ha contentado a todos. Es el caso de la entidad que lucha por los derechos de los catalanohablantes Plataforma per la Llengua, que al ver que la plataforma televisiva digital sólo dispone de series y películas en castellano y en inglés le reclaman a través de una recogida de firmas en la red que además incluyan en su catálogo contenidos en catalán.
Para la entidad el hecho de aterrizar en el mercado español sin tener en cuenta a esta lengua ni a sus diez millones de potenciales consumidores representa un claro menoscabo de derechos lingüísticos.
Por ello pidieron por carta a la compañía que cambiara su actitud, y hace algunos días el fundador y actual dirigente de la compañía Reed Hastings aseguró que añadirían oferta en catalán si existía una demanda real que lo pidiera.