Rebekah Gregory perdió la pierna como consecuencia de los atentados de la Maratón de Boston de 2013, en el que murieron tres personas y resultaron heridas 260. Ahora, dos años después ha logrado acabar la carrera de este año. Al llegar a la meta rompió a llorar.
Después de casi dos años de batalla y 17 operaciones, la joven norteamericana terminó perdiendo la pierna a finales de 2014. En lugar de venirse abajo, Rebekah se puso a las órdenes de un entrenador personal, que como ella también perdió una extremidad inferior. Su reto era acabar la maratón y, gracias a una prótesis y a su fortaleza, lo consiguió.