Un total de nueve de cada diez conductores españoles reconocen que van demasiado deprisa, según se desprende de la encuesta de la Fundación de empresa VINCI Autoroutes, realizada por el instituto Ipsos, para una conducción responsable, en los que se tratan los hábitos de los conductores en 10 países de la Unión Europea.
Concretamente, el 87 por ciento de los conductores españoles admite que a veces supera de unos pocos kilómetros por hora la limitación de velocidad indicada; el 63 por ciento olvida poner el intermitente para adelantar o cambiar de dirección; el 62 por ciento asegura no respetar las distancias de seguridad; y el 60 por ciento circula por el carril central de la autopista aunque el carril de la derecha esté libre.
Además, el 59 por ciento olvida levantar el pie cuando se acerca a una zona en obras; el 64 por ciento toca la bocina de forma intempestiva; el 62 por ciento reconoce que a veces insultan a otros conductores y el 42 por ciento adelanta por la derecha en la autopista.
Pegarse deliberadamente a los coches de los conductores que les irritan o bajarse de su vehículo para discutir con otro conductor, son otras de las prácticas que reconocen los españoles, aunque en un porcentaje menor.
Calidad de la conducción
A la hora de pronunciarse sobre la calidad de su conducción, los europeos se ponen a sí mismos muy buena nota: 7,7/10 en promedio. Con un 7,8/10 (estable con respecto a 2014), los conductores españoles se consideran buenos conductores. De hecho, cuando describen su propia actitud al volante, casi todos los españoles (94 por ciento) emplean por lo menos un adjetivo positivo: «atento» (71 por ciento), «tranquilo» (61 por ciento). En cambio, solo un 14 por ciento se considera «cortés» (frente a un 26 por ciento a nivel europeo).
Pero cuando se trata de evaluar el comportamiento de los demás conductores, los españoles se vuelven mucho menos complacientes: ven a sus compatriotas como «irresponsables» (41 por ciento), «estresados» (34 por ciento), «agresivos» (30 por ciento) e incluso «peligrosos» (22 por ciento).
Los europeos opinan unánimemente que el conductor más ejemplar es el sueco (37 por ciento) y el menos responsable el italiano (31 por ciento). Los españoles critican sobre todo a los propios españoles: el 25 por ciento ve a su país como la patria de los conductores irresponsables, detrás de Italia (38 por ciento) pero por delante de Grecia (16 por ciento) Polonia (6 por ciento).
Teléfono al volante
Por otra parte, el estudio advierte de que el uso del móvil mientras se conduce es preocupante en España porque, a pesar de ser menor que en otros países, esta cifra está en aumento: el 49 por ciento de los conductores reconocen que telefonea con un dispositivo de manos libres mientras conducen, frente al 51 por ciento en Europa. El 27 por ciento lo hace sin dispositivo de manos libres y el 24 por ciento declara asimismo que configuran su GPS al volante.
Del mismo modo, apunta que los españoles envían y leen menos SMS y mails que la mayoría de compatriotas (19 por ciento frente al 26 por ciento en Europa) pero el porcentaje permanece estable con respecto a 2014. Sin embargo, los españoles consideran esta práctica como el tercer comportamiento más arriesgado al volante, después de la conducción bajo los efectos del alcohol o de los estupefacientes.