Cientos de personas esperan este lunes a las puertas de la Catedral de Leicester para ver el ataúd con los restos del rey inglés Ricardo III (1452-1485), que la jornada del domingo recorrieron en procesión fúnebre el centro histórico de la ciudad británica como anticipo del entierro oficial, que tendrá lugar el jueves.
Alrededor de dos mil personas están haciendo una fila de más de cuatro horas de espera para contemplar el féretro de madera con los huesos del monarca.
Las colas comenzaron a formarse desde primera hora de la mañana, antes incluso de que la catedral de Leicester (centro de Inglaterra) abriese sus puertas, a las nueve.
Personas de todo el mundo se han acercado hasta la catedral para ver los restos del monarca, y esperan con buen humor las largas filas.
«Yo fui una de las afortunadas en conseguir una invitación. ¿Cómo no voy a venir a ver todo esto? Siempre me ha interesado la historia y, en especial, la monarquía británica», dijo a la cadena BBC Rebecca McCole, que ha viajado desde New Hampshire (Estados Unidos), para ver el féretro de Ricardo III.
En la cola a las puertas de la catedral, McCole señaló además que para ella esta visita está siendo «muy inspiradora».
Por su parte, otra de las personas que esperaban en la fila, John Wesseldine, dijo que había sacado a sus dos hijos, Jayden y Jenson, de 10 años, del colegio para acudir a la catedral.
«El colegio no iba a organizar un viaje para visitar la catedral, así que papá nos dijo que nos llevaría a ver el ataúd del Rey», declaró Jayden.
Más de 35.000 personas acompañaron ayer los restos de Ricardo III por las calles de Leicester, en una procesión fúnebre por los lugares más emblemáticos de la ciudad asociados con el rey, antes de entrar en la catedral.
El féretro permanecerá expuesto en el templo hasta el próximo jueves, cuando se celebrará una ceremonia de entierro en la que participará el arzobispo de Canterbury, Justin Welby (protestante), así como representantes de la Iglesia Católica y de otras religiones.
«El momento más importante llegará el jueves, cuando el arzobispo de Canterbury se unirá a nosotros», dijo el obispo de Leicester, Tim Stevens.
Los restos de Ricardo III fueron hallados por arqueólogos de la Universidad de Leicester en 2012 bajo un aparcamiento municipal, donde se conservaba parte del antiguo monasterio donde el rey fue enterrado por primera vez.
Las pruebas que compararon esos restos con el ADN de los descendientes de la hermana mayor del monarca confirmaron la identidad de Ricardo III, cuya muerte significó el fin de la Guerra de las Dos Rosas (1455-1485) entre los partidarios de la Casa de Lancaster y de la Casa de York.