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Los españoles creen que la empresa privada y los partidos políticos son los sectores de la sociedad más corruptos. La mayoría de los encuestados considera que el Gobierno no hace suficiente para luchar contra la corrupción, según un sondeo hecho público ayer por la organización no gubernamental Transparencia Internacional.
El 29% de los españoles afirma que la empresa privada es el sector social más afectado por la corrupción, mientras que el 27% atribuye este papel a los partidos políticos. Otros grupos que los encuestados consideran contaminados por la corrupción son los funcionarios públicos (15%) y el poder judicial (12%). Las últimas posiciones las ocupan los medios de comunicación (el 9% de los encuestados considera que son corruptos) y el Parlamento (8%).
La directora de la oficina de Transparencia Internacional en la UE, Jana Mittermaier, explicó que «España es un ejemplo típico de los antiguos Estados miembros de la UE que están cada vez más preocupados por el hecho de que el sector privado está distorsionando las políticas públicas, un fenómeno que se conoce como secuestro del Estado».
«Debido a la crisis económica y financiera, los ciudadanos de España están cada vez más preocupados por la corrupción en el sector privado», indicó Mittermaier.
En el conjunto de la UE, los partidos políticos son el grupo social considerado más corrupto por los ciudadanos (así lo piensa el 32% de los encuestados), mientras que la empresa privada ocupa el segundo lugar (23%). El 44% de los españoles cree que la actuación del Gobierno en la lucha contra la corrupción es ineficaz, frente al 29% que considera que está dando resultados. El resto no se pronuncia en ningún sentido.
Pese a la percepción entre los encuestados de que existe un alto grado de corrupción en la sociedad, sólo el 2% de los españoles admite haber pagado en persona o a través de algún miembro de su familia un soborno en los últimos 12 meses.
A nivel global (el barómetro se realizó en 69 países con más de 73.000 encuestados) la mitad de los entrevistados indicó que consideran al sector privado como corrupto, lo que supone un incremento de 8 puntos porcentuales en comparación con cinco años atrás. Además, en casi una quinta parte de los países y territorios encuestados, inclusive los países que albergan algunos de los principales centros financieros del mundo, como Hong Kong, Luxemburgo y Suiza, los encuestados identificaron al sector privado como la institución más corrupta.
Otra de las conclusiones del estudio es que las familias más pobres siguen sufriendo las consecuencias del soborno menor. Los encuestados con ingresos bajos registran mayores probabilidades de recibir peticiones de sobornos que aquellos con ingresos altos.