La ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, anunció ayer que la «píldora del día después» se venderá en farmacias, sin receta médica y a mujeres sin limitación de edad.
Jiménez dijo que la medida será efectiva dentro de tres meses y se ha enmarcado la iniciativa dentro de la Estrategia de Salud Sexual y Reproductiva, que prepara junto con el Ministerio de Igualdad, con el objeto de reducir embarazos no deseados y abortos.
Con la venta libre en farmacias de la píldora del día después -con un precio de unos 20 euros-, en otros países como Francia, Bélgica, Reino Unido, Dinamarca, Luxemburgo o Estados Unidos se han logrado «significativos» descensos en el número de embarazos no deseados, ha señalado Jiménez.
En este sentido, ha recordado que en 2007, de los 112.000 abortos que se realizaron en España, más de 6.000 correspondían a chicas menores de 18 años; más de 4.000 niños nacieron de madres menores y, en total, se produjeron 10.500 embarazados en jóvenes que no superaban los 18 años.
A juicio de la titular de Sanidad, estas cifras alertan de que en España «tenemos un problema» y suponen una «llamada de atención» para el conjunto de la sociedad.
Asimismo ha insistido en que la píldora del día después es una «fórmula anticonceptiva de emergencia» que no debe utilizarse como método habitual para prevenir embarazos y ha asegurado que en otros países donde se ha implantado la libre dispensación no ha ocurrido este efecto. Preguntada sobre si el Ministerio tiene previsto establecer algún tipo de control en las farmacias para evitar que las jóvenes abusen de este medicamento, Jiménez ha señalado que no hay contraindicaciones clínicas sobre efectos secundarios del fármaco.
No obstante, ha puntualizado que «al ser un fármaco hormonal no se debe hacer un uso abusivo».
Jiménez ha insistido también en que no se trata de un método abortivo, ya que una vez que existe la implantación del cigoto en el útero el fármaco deja de tener efecto.