La vicepresidente primera de Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró ayer que el Ejecutivo abre un debate «tranquilo, sereno, sin dogmas ni posiciones previas» para elaborar un nueva ley del aborto con «diálogo y respeto» a todas las opiniones.
Mientras, el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y arzobispo de San Francisco, el cardenal William Levada, opinó ayer que el asunto del aborto «no es meramente político» por lo que «merece diálogo» desde la perspectiva histórica de la vida y la fe, ya que «toca las raíces del género humano»
En un encuentro con periodistas con motivo de su presencia en Santiago de Compostela para ofrecer una conferencia, el cardenal William Levada reconoció ayer que las noticias sobre una nueva ley del aborto en España promovida por el actual Gobierno «entristece» y recordó que los obispos españoles lo ven «un documento autoritario».
La máxima autoridad vaticana de Doctrina de la Iglesia analizó que la iniciativa es «un signo» de que la visión de la vida, desde la «dignidad de cada persona» y que comienza con la concepción, «no está en la base del proyecto». Para el cardenal este asunto «no es meramente político», sino que está en relación con lo cultural y «toca las raíces del género humano». Por ello, opinó que «merece diálogo cordial».
De la Vega aseguró: «Estamos comenzando a trabajar y sentando las bases para hacerlo bien, en la forma, en el procedimiento y en el resultado para dar la mejor ley posible con diálogo y acuerdo, respetando las posiciones de quienes puedan no estar de acuerdo», destacó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Subrayó que la nueva ley tendrá dos objetivos: que las mujeres que decidan interrumpir su embarazo y los profesionales que las atienden se sientan «seguros» y que en la nueva norma quede «meridianamente claro» en qué condiciones las mujeres pueden abortar y en cuáles no.