La central nuclear de Vandellós II, en Tarragona, registró ayer un incendio en el generador eléctrico, lo que obligó a parar la actividad de la central. El fuego se inició a las 8.49 horas y quedó completamente extinguido a las 10.30, gracias a la intervención de los bomberos. Además, se declaró la prealerta de emergencia del Plan de Emergencia Interior (PEI).
Se prevé que la central tenga que permanecer cerrada «semanas», según el subdirector general de emergencias del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Eugenio Gil. Por su parte, el portavoz de ICV en el Congreso, Joan Herrera, calificó de «más que preocupantes» los últimos incidentes registrados en las centrales catalanas. Mientras tanto, Greenpeace va más allá y asegura que Vandellós II debe «interrumpir definitivamente su gestión».
Actuaciones
Tras registrarse un incendio en el generador eléctrico de la central nuclear de Vandellós II, en Tarragona, permanecerá parada durante «semanas», según confirmó el subdirector del CSN, Eugenio Gil. No obstante, aseguró que «todos los sistemas de seguridad de la instalación han actuado según lo previsto y no se han visto afectados por el incendio». El incidente provocó que se activara el Plan de Emergencia Interior, aunque quedó suspendido a las 10.30 horas, cuando se dio por extinguido el fuego.
También fue activado el Plan de Emergencia Nuclear de Tarragona (PENTA) y se mantuvo contacto constante con la Subdelegación del Gobierno en Tarragona. Permanecieron informados, también, la Delegación del Gobierno en Catalunya y la Conselleria de Interior de la Generalitat, así como los ayuntamientos de las poblaciones cercanas a la central nuclear.
Gil confirmó que el incendio se produjo en la sala de turbinas de la central, en el edificio eléctrico, «separado de la parte nuclear y radiológica». No obstante, la central deberá permanecer cerrada unas semanas, ya que pese a que el incendio fue «pequeño en extensión», la central quedó desconectada de forma automática y no podrá volver a ser conectada a la red eléctrica en el tiempo precisado, lo cual impide la producción.
A pesar de los mensajes de tranquilidad lanzados, Greenpeace exige que la central nuclear de Vandellós II interrumpa «definitivamente su gestión», tal como confirmó ayer su portavoz, Sara Pechinato. Además, reclama que hasta entonces se pare «de modo cautelar el funcionamiento de estas instalaciones», debido a «la patente falta de capacidad y de seguridad».