OTR/PRESS-WASHINGTON
La Sanidad estadounidense reflexiona acerca del tratamiento dado a los pacientes que acuden a los servicios de Urgencias después de que haya salido a la luz pública que una mujer de 49 años, Esmin Green, falleció en las instalaciones del Centro Hospitalario Kings County, en Nueva York, tras un día completo de espera. Durante su estancia en el centro, su estado empeoró y le hizo caerse al suelo inconsciente, posición en la que permaneció durante más de una hora hasta que los médicos decidieron preocuparse por ella, tal y como demuestra la grabación de la cámara de seguridad. En consecuencia, el hospital ya ha despedido o suspendido de empleo temporalmente a seis de sus empleados.
Los hechos sucedieron el pasado 18 de junio, cuando Esmin Green, mujer afroamericana de 49 años de edad, acudió a un centro psiquiátrico de Nueva York con lo que los médicos describieron en admisión como «agitación y psicosis», según informaciones de la CNN. Sin embargo, su tiempo de espera en la sala se alargó hasta tal punto que esperó aproximadamente 24 horas, un tiempo que ha quedado demostrado gracias también a la grabación de una cámara de seguridad, cuya cinta se difundió ayer a través de los medios de comunicación para indignación general.
Esta grabación muestra a la mujer esperando en una silla, pero a las 5.32 horas del día 19 se cae y comienza en el suelo a convulsionarse hasta fallecer. La agonía duró hasta las 6.07 horas, cuando dejó de moverse, pero los trabajadores del hospital la ignoraron durante todo ese tiempo. De hecho, un guardia de seguridad incluso se acercó a la sala de espera y contempló a la mujer inerte sin hacer nada por ella. No fue hasta las 6.35 horas cuando un médico trato de prestarle un auxilio que ya llegaba tarde.
Seis empleados del hospital han sido despedidos o suspendidos por un suceso que ha conmocionado a la opinión pública norteamericana y que, para mayor gravedad, algunos trabajadores trataron de ocultar. Así lo denuncia la Unión de Libertades Civiles de Nueva York, afirmando que «contrariamente a lo que fue grabado desde cuatro ángulos diferentes por las cámaras del hospital, los registros médicos de los pacientes afirman que a las 6.00 horas la fallecida se levantó y se fue al baño, y a las 6.20 horas estaba 'sentada tranquilamente en la sala de espera'», pese a que en ese momento ya se hallaba inconsciente o incluso muerta en el suelo.
Sin embargo, no se trata de la primera polémica en la que se ve envuelto el Kings County, ya que en mayo de 2007 fue denunciado por la ínfima calidad de sus instalaciones. Los pacientes se veían obligados a dormir en sillas de plástico o incluso en el suelo, sobre orina, heces o sangre, mientras esperaban por una cama.