Un grupo de unos 70 inmigrantes de origen subsahariano intentó entrar por la fuerza la pasada madrugada en la ciudad española de Melilla desde un puesto fronterizo con Marruecos. Los inmigrantes irrumpieron en el puesto de Beni-Enzar, el paso principal entre la ciudad autónoma española, ubicada en el norte de Àfrica, y Marruecos, arrollando tanto a la policía marroquí como a la Policía y la Guardia Civil españolas que custodiaban ambos lados de la frontera.
Nada más producirse el asalto, las fuerzas de seguridad montaron un amplio dispositivo para detener a los inmigrantes. Tres subsaharianos fueron arrestados en la ciudad autónoma y fueron trasladados al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes.
Un policía español resultó herido leve durante la avalancha, que se produjo a las 04.25 hora española. La Delegación del Gobierno destacó que «la normalidad preside el paso fronterizo de Beni-Enzar» tras el intento protagonizado por un grupo de entre 60 y 70 inmigrantes subsaharianos, quienes «han sido rechazados en su inmensa mayoría por las Fuerzas de Seguridad españolas».
Este intento de entrada en territorio español se diferencia de los registrados en los últimos años en que los inmigrantes no han saltado la alambrada instalada en el paso fronterizo con Marruecos, sino que en esta ocasión entraron a la carrera y arrollaron todo lo que han encontrado a su paso, al parecer armados con palos y piedras.
El perímetro fronterizo entre Marruecos y la ciudad española está reforzado por dos vallas de seis metros con un entramado de alambres de acero en el centro, denominado sirga tridimensional.
El último intento de entrada masiva a Melilla fue en la Nochebuena de 2006, cuando decenas de inmigrantes subsaharianos intentaron saltar tres veces el perímetro fronterizo y 40 de ellos fueron detenidos, aunque no se registró ninguna entrada a territorio español.
Fuentes policiales marroquíes informaron por su parte de la detención de 28 inmigrantes subsaharianos del grupo de 70 que protagonizó el asalto.
Además de este intento, en las últimas horas han llegado a las costas españolas, en la provincia de Granada, decenas de inmigrantes procedentes del Africa subsahariana, a bordo de precarias embarcaciones, y entre los que se encontraban varias mujeres y niños pequeños.
También en las Islas Canarias, en los últimos días se han redoblado las llegadas de cayucos con inmigrantes subsaharianos. Al menos cuatro de ellos murieron tras alcanzar las costas españolas debido al mal estado en el que llegaron.