La Comisión Europea (CE) propuso ayer un mecanismo flexible para lograr el objetivo de que los coches nuevos emitan una media de 130 gramos de CO2 por kilómetro en 2012, ya que se permitirá combinar todos los modelos de cada fabricante para evitar o reducir las penalizaciones económicas.
Además, la CE planteó que los fabricantes con vehículos más contaminantes puedan mejorar la media de su gama a través de asociaciones con empresas cuyos modelos tengan menores emisiones, así como la posibilidad de una excepción para los pequeños constructores especializados.
Las media de emisiones se realizaría teniendo en cuenta el peso y las matriculaciones de cada modelo en todas las marcas de cada grupo empresarial (por ejemplo, en el grupo Volkswagen se contabilizarían todas sus marcas: VW, Audi, Seat, Skoda, Lamborghini, Bugatti y Bentley). De esta forma, la media de cada grupo empresarial se realizaría de acuerdo a la auténtica importancia que cada modelo (contamine poco o mucho) tiene en sus matriculaciones totales.
El sistema, que todavía debe ser aprobado por los países de la Unión Europea, incluirá también a los fabricantes de fuera de la UE. La CE propuso en febrero que los automóviles emitan una media de 120 gramos a partir de 2012 -frente a los 160 gramos actuales- de los que los fabricantes llegarían a 130 gramos con mejoras en la tecnología de los motores.
Los 10 gramos adicionales vendrían de un mayor uso de biocombustibles, mejor gestión del tránsito o avances en tecnologías no relacionadas directamente con los fabricantes de coches (como neumáticos de bajo rozamiento o aires acondicionados más eficientes).
El mecanismo aprobado por la Comisión establece una curva por la que el nivel de emisiones de los coches más pesados tendrá que mejorar proporcionalmente más que el de los vehículos ligeros.