El nivel de comprensión lectora de los alumnos españoles de 15 años desciende de forma «muy notable», el de matemáticas es «ligeramente inferior» y el de ciencias apenas varía en comparación con 2003, según el Informe PISA 2006.
Los españoles obtienen 461 puntos en lectura (481 en 2003), 480 en competencia matemática (485 en 2006) y 488 en ciencias (487 en 2003), que es la materia principal de la última edición del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA), elaborada en 57 países.
En rueda de prensa, la ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera, ha afirmado que los alumnos españoles se desenvuelven «positivamente» en ciencias, de manera «aceptable, aunque mejorable» en matemáticas y, tras constatar que la comprensión lectora ha bajado en la OCDE, ha añadido que esto es «un problema que merece toda la atención».
Debe ser un objetivo de las administraciones, comunidad escolar y familias porque niños y jóvenes repiten comportamientos que ven, por ejemplo la lectura, ha enfatizado Cabrera.
El documento advierte de que la comprensión lectora y la competencia matemática son el 15 y 30 por ciento, respectivamente, de todas las cuestiones respondidas, de lo que se deduce el valor relativo de estos resultados en relación con los de las dos anteriores ediciones, en que fueron materias principales.
España se coloca en las tres competencias por debajo del total (media ponderada según número de alumnos por país) de los 30 Estados de la OCDE y por encima del total de los 57 participantes.
La media ponderada de la OCDE en competencia matemática y en comprensión lectora es de 484 puntos, y de 491 en ciencias.
La ministra de Educación, Mercedes Cabrera indicó que solo existe un paralelismo «muy relativo» entre la inversión en educación y los resultados, en alusión a diferencias autonómicas. Preguntada por el éxito de Finlandia, ha indicado que su sistema educativo es comprensivo y no se basa en la repetición y ha destacado la alta formación de su profesorado y su reconocimiento social, no tanto en términos salariales, aunque ha matizado que los modelos educativos no son siempre transplantables.