El mundo celebra hoy el Día Internacional del Sida, una enfermedad que afecta en la actualidad a más de 33 millones de personas en el mundo, que ha contagiado a 2'5 millones de personas en los últimos doce meses, que ha causado dos millones de muertos a lo largo de este año, que mata cada día a 900 niños y que causa más de 15 millones de huérfanos, en su inmensa mayoría en Africa Subsahariana.
Dos terceras partes de los afectados en el mundo no tienen acceso al tratamientos antirretrovirales (ARV) y apenas una de cada diez personas con riesgo de infección tiene los medios para protegerse.
Aparte de sus gravísimos efectos a la salud, la enfermedad tiene también importantes consecuencias sociales, económicas e incluso políticas.
La organización humanitaria Human Rights Watch (HRW) ha denunciado recientemente numerosos abusos en todo el mundo relacionados con el sida, que afectan sobre todo a comunidades ya de por sí discriminadas, como las mujeres, las niñas, los homosexuales, las prostitutas, los drogodependientes, los inmigrantes y los presos.