Los menús que ofrecen los comedores escolares abusan de la carne y contienen poca fruta, verdura, legumbre y pescado, una dieta que favorece la obesidad, que no es equilibrada y que, además, no ayuda a que los niños aprendan a comer correctamente.
Esta es la principal conclusión de los expertos que han elaborado el Libro Blanco de la Alimentación Escolar, una obra de la Asociación Española de Pediatría (AEP) y de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación.
El libro, presentado ayer en Madrid en una rueda de prensa por dos de sus autores: la doctora y secretaria general de la AEP, Isabel Polanco, y el presidente de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, Jesús Román, denuncia que, pese a que cada vez más niños utilizan el comedor escolar, éstos no están preparados para garantizar una dieta equilibrada para los niños.
Según los resultados de una encuesta realizada en el curso 2005-2006 en 33 colegios de España, los menús de los comedores escolares son escasos en carbohidratos, sólo incluyen fruta tres veces por semana, reducen la verdura a dos ingestas semanales (a veces simplemente como guarnición), las legumbres se consumen 1'4 veces por semana y el pescado en 1'3 ocasiones.
Por el contrario, los menús escolares presentaron un consumo de carne muy elevado y un exceso de grasa y proteínas.
Polanco advirtió además de que entre los menús que los colegios reparten a los padres y lo que después sirve realmente el comedor escolar «hay grandes diferencias», a lo que hay que sumar que muchos centros tienen autoservicio y los niños eligen lo que comen, con lo que, «obviamente, pocas veces cogen la fruta o la verdura».