La Procuraduría General de la Nación (PGN) de Guatemala inició ayer las investigaciones para determinar supuestas ilegalidades de la «Casa Quivira», una empresa dedicada a tramitar la adopción de niños guatemaltecos a parejas extranjeras.
Carlos Azurdia, representante de la PGN, encargada de fiscalizar los procesos de adopciones voluntarias en Guatemala, dijo a los periodistas que se analizarán los casos de todos los niños, «para establecer si se ha cumplido con los requisitos que manda la ley» para las adopciones.
El pasado sábado, las fuerzas de seguridad hallaron en el interior de una casa-cuna, situada en la ciudad colonial de Antigua, a 45 kilómetros al oeste de la capital, a 46 niños guatemaltecos de entre diez días y tres meses de edad, los que supuestamente iban a ser dados en adopción a extranjeros.
Según la Policía Nacional Civil (PNC), el registro de la residencia fue motivado por denuncias de vecinos que alertaron que en ese lugar a diario se veía a parejas de extranjeros que se llevaban a los bebés, que eran conducidos a esa casa por empleados o mujeres que serían sus madres y que supuestamente los vendían.
«Casa Quivira» es una empresa constituida en Guatemala en 1996, registrada a nombre del estadounidense Clifford Philips y su esposa guatemalteca Sandra González, la cual se dedica a tramitar las adopciones de niños guatemaltecos a parejas extranjeras. Los pequeños, por orden de un Juez de Menores, fueron enviados hoy a diversos albergues para su atención y cuidado, mientras se verificada la situación legal de cada uno de ellos.