Uno de cada dos jóvenes reconoce haber ejercido violencia -psíquica o física- sobre algún compañero de clase, según el estudio «Violencia escolar: el maltrato entre iguales en la Educación Secundaria Obligatoria 1999-2006», elaborado por el Defensor del Pueblo en colaboración con Unicef. Frente a esta cifra se encuentra la de los agredidos. Según el documento, uno de cada tres aseguran que fueron pegados o insultados, al menos una vez, en el colegio.
Según el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, la incidencia de la violencia escolar disminuyó desde 1999, al menos teniendo en cuenta la percepción de las víctimas, pero avisó que «esto no debe hacernos caer en un engañoso optimismo. Todos los centros sufren situaciones de acoso y prácticamente todas las formas de violencia».
Así, durante el curso pasado, medio millón de alumnos recibieron insultos, número similar al que confesó que los habían proferido y a los que confesaron que ponían motes ofensivos a sus compañeros. Además, uno de cada cuatro alumnos de ESO teme ir a clase por miedo a sus compañeros y a las obligaciones escolares.Además, la presidenta de Unicef, Consuelo Crespo, destacó la utilización de las nuevas tecnologías como medio de acoso escolar. De hecho, un 5,5% de las víctimas lo reconoce como instrumento de abuso y un 4,8% de los agresores admite utilizarlo a veces para ejercer violencia.
En el estudio destaca también que más de 30.000 extranjeros sufren acoso escolar, lo que supone que uno de cada cinco alumnos inmigrantes son víctimas de la ignorancia de sus compañeros y, lo que es más grave, el hecho de que casi otros 3.000 digan que han sufrido amenazas con arma blanca o palos. Los porcentajes sobre el total de escolares de origen extranjeros representan el doble que sobre los escolares españoles y ponen de manifiesto que, al contrario de lo que pudiera parecer, los niños inmigrantes son en mayor porcentaje víctimas de la violencia escolar. El informe se ha basado en una muestra de 3.000 escolares de centros de Educación Secundaria públicos, privados y concertados y también se entrevistó a 300 jefes de estudio sobre esta problemática, un informe que fue comparado con las cifras del primer informe elaborado por el Defensor del Pueblo y Unicef en 2003.