La concesión de ayudas económicas para fomentar el deporte o el aumento de los impuestos sobre los combustibles para disminuir el uso del coche son algunas de las ideas propuestas a nivel comunitario para combatir la obesidad, epidemia que afecta a unos 200 millones de ciudadanos en la UE.
Bruselas abrió el pasado diciembre una consulta pública para recabar sugerencias sobre la manera de combatir un problema que padece cerca de la mitad de la población de los Veinticinco. Las respuestas de Estados miembros, autoridades alimentarias, industria e interesados, publicadas, sugieren la aplicación de políticas para combatir las formas de vida sedentarias y alentar los modos de vida sanos, por ejemplo en el lugar de trabajo.
Ofrecer comidas sanas y bajas en calorías en las cantinas y los distribuidores de alimentos de las empresas y promover una actividad deportiva o el ejercicio físico cotidiano en esos centros o sus proximidades podría ser de gran utilidad.
Otras medidas propuestas son los incentivos financieros para promover la actividad física, que podrían consistir en la entrega de bonificaciones por parte de las compañías aseguradoras a quienes hagan uso de un medio de transporte «saludable», como la bicicleta. Asimismo, sugieren la introducción en las escuelas de programas de educación nutricional, la oferta gratuita o subvencionada de frutas y verduras y la formación adecuada del personal de cocina de los centros.