E.P.-MADRID
Cada día se producen alrededor de 1.800 infecciones entre niños menores de 15 años, principalmente debido a trasmisiones de madre a hijo. Este contagio se podría reducir a menos del dos por ciento con un tratamiento preventivo durante las fases de embarazo y contagio, algo al que sólo menos del diez por ciento de las madres embarazadas tienen acceso, informó Unicef España, que denuncia la ocultación de las consecuencias de la pandemia en la infancia.
Además, se calcula que quince millones de niños en el mundo son huérfanos a causa del sida, el ochenta por ciento en Àfrica, aunque su incidencia está aumentando en Europa del Este y en el centro y sudeste asiático.
En este sentido, esta semana se ha celebrado en Toronto la XVI Conferencia Internacional sobre Sida que, bajo el lema «Es tiempo de cumplir», ha reunido a expertos y políticos de todo el mundo, 25 años después del descubrimiento de esta enfermedad que afecta a cuarenta millones de personas.
En los países con mayor incidencia de la enfermedad, los niños forman parte de una espiral de la que apenas pueden salir. Con sistemas de salud con escasa capacidad para prestarles tratamiento, escuelas que dejan de funcionar porque sus maestros están enfermos o han muerto y comunidades que viven de la agricultura donde los hombres y mujeres están debilitados debido al virus.
Desde Unicef España, se considera que «la industria farmacéutica debería acelerar la investigación y desarrollo de fórmulas pediátricas adecuadas de forma que se reduzca el precio de las pruebas de diagnóstico y de los tratamientos aplicados a la infancia».