AGENCIAS-SAN PETERSBURGO
Los ministros de finanzas del G8 adoptaron ayer una iniciativa específica en favor de los países más pobres en energía, durante una reunión ministerial en San Petersburgo.
En un proyecto de declaración, separada de su comunicado final, el G8-Finanzas asegura: «el insuficiente acceso a los servicios energéticos constituye un obstáculo al crecimiento económico, y puede poner en peligro los objetivos del Milenio para el desarrollo, especialmente en Àfrica subsahariana».
Estos objetivos, fijados por la ONU en 2000, pretenden reducir la pobreza en el mundo, reduciendo de mitad su proporción en 2015.
«Vamos a explorar las posibilidades de acentuar nuestros esfuerzos en ayuda para aliviar la pobreza energética y estimular a los donantes bilaterales y multilaterales a mejorar sus asistencia en este ámbito», indican los ministros en el proyecto de declaración.El G8 está integrado por los siete países más industrializados (Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Japón) y Rusia.
«Estamos comprometidos en la lucha contra el proteccionismo y en el fomento de la liberalización del comercio en la agricultura, los bienes industriales y servicios, así como en las inversiones», añadió el comunicado final.
Los ministros del G8 pidieron a los países productores y consumidores de energía a «acciones exhaustivas» para facilitar las inversiones en sector energético, para optimizar el uso de la energía, fomentar una mayor transparencia de los mercados y crear un estándar global común para informar de las reservas de crudo.