La ministra de Sanidad y Consumo, Elena Salgado, se reunió ayer con empresarios y creadores de moda para analizar «las posibles estrategias a adoptar sobre unificación de las tallas y para contribuir desde el sector de la moda a la lucha contra los trastornos alimentarios», como la anorexia y la bulimia.
La reunión se produjo cuando no ha pasado un mes desde que el pasado 23 de febrero la titular de Sanidad hiciera desde el Senado un llamamiento a la responsabilidad de los organizadores de los eventos de moda y modistos para evitar que desfilen en las pasarelas modelos con la talla 34.
Para la ministra, esta práctica tiene el riesgo de que los adolescentes se identifiquen con los patrones y tallas de las modelos, «que no se corresponden con la realidad de España, ni con unos hábitos de vida saludables».
Salgado precisó entonces que el Gobierno debe convencer a los organizadores de los eventos de moda de que hay muchas adolescentes que entienden que lo que ven desfilar por la pasarela no es un «maniquí», sino que es un modelo, y les pidió que «pongan de su parte para combatir ese problema», que puede inducir a trastornos en la alimentación.La ministra reconoció que el Gobierno está preocupado «porque se identifique como modelo una tipología que no corresponde a unos hábitos saludables, que se consiguen con una buena alimentación y con la práctica de ejercicio físico, y que tienen poco que ver con una talla 34».
El encuentro se celebró en la sede del Ministerio a las 11,00 horas, y en el mismo participarán el vicepresidente y consejero delegado de Inditex, Pablo Isla; el consejero de El Corte Inglés, Juan Hermoso; el director corporativo del Grupo Cortefiel, Ignacio Sierra; la coordinadora de diseño y adjunta a la Dirección General de Mango, Judith Ventura; y el presidente y la gerente de la Asociación de Creadores de Moda, Modesto Lomba y Lucía Cordeiro, respectivamente.
La portavoz de la Federación Nacional Española de Ayuda contra la Anorexia, Carmen Flores, denunció ayer que los tratamientos psicológicos contra la anorexia están «bastante mal» porque las terapias individuales son «prácticamente impensables en el Insalud».