La esperanza de vida de los españoles al nacer se situó en 79,7 años en 2002, por encima de la media europea de 78,3, lo que sitúa a España en el tercer país con mayor esperanza de vida en Europa tras Italia y Suecia. El secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, presentó ayer el informe de evolución de los indicadores de salud de los últimos diez años y dijo que la «salud de los españoles es buena y globalmente mejor que la de los países de nuestro entorno».
Sin embargo, Martínez Olmos destacó algunas «amenazas», ligadas a los hábitos de vida, como las desigualdades de género, el sedentarismo y su influencia en el sobrepeso y la obesidad, así como el exceso en el consumo de tabaco, alcohol y otras drogas. En cuanto a las principales causas de muerte, al igual que en los países europeos, las enfermedades cardiovasculares están a la cabeza.
España es el país de la UE con menores tasas de mortalidad por enfermedad isquémica del corazón y cerebrovascular, con una tendencia descendente, al igual que en todos los países de nuestro entorno. En cáncer de pulmón, la mortalidad entre los hombres es estable o descendente en la mayoría de los países de la Unión, incluido España, mientras que la mortalidad en mujeres crece como consecuencia del consumo de tabaco, y se incrementó un 30% en la última década, a pesar de que sigue siendo de las más bajas de la UE.Disminuyó también la mortalidad por cáncer de mama, que tiene en España una de las tasas más bajas de la UE, un 25% por debajo de la media, en gran parte gracias, según Olmos, a los esfuerzos en detección precoz de este tumor. En cuanto a cirrosis hepática y enfermedad crónica del hígado, la mortalidad en España es un 25,1% inferior a la media de la UE, y es el segundo país donde esta tasa experimentó un mayor descenso, un 45% entre 1990 y 2002.