El Gobierno español ofreció ayer a Mauritania su ayuda y la de la UE para tratar de frenar la oleada sin precedentes de inmigrantes clandestinos que están llegando a las islas Canarias a partir de las costas de este país magrebí.
El secretario de Estado español de Asuntos Exteriores, Bernardino León, encabezó una delegación española y de la UE que se entrevistó con el jefe de la Junta Militar que gobierna Mauritania desde agosto pasado, el coronel Ely Uld Mohamed Vall, y con los ministros del Interior y de Justicia del país magrebí. León explicó que España, Mauritania y la UE van a poner en marcha sistemas de control de la inmigración clandestina y que «pondrán en común» sus medios para luchar contra este fenómeno. Según el secretario de Estado, las autoridades mauritanas reconocen carecer de medios humanos y materiales para atajar el fenómeno migratorio.